sábado, 29 de enero de 2022

Fallece Eustasio Sánchez, “Tito”, sacerdote poleso encargado de Cáritas en Siero

(lne) El sacerdote poleso Eustasio Sánchez Fonseca, más conocido como “Tito”, falleció el pasado día 18, a los 63 años de edad, víctima de un infarto. El cura se encontraba en la casa parroquial de Valdesoto, donde residía tras haberse hecho cargo de Cáritas en la zona hace una década. Según explicó anoche el párroco de Pola de Siero, Fermín Riaño, Sánchez ya se había sentido indispuesto previamente y no había podido oficiar un funeral que tenía asignado.

Natural de Pola de Siero, de donde también es su familia, el fallecido sacerdote desempeñó diversos trabajos en su juventud, entre ellos el de montador de muebles, antes de acudir al seminario y ordenarse. De su trayectoria religiosa destacan su paso por Caso y los diez años que fue párroco en San Román de Candamo, de donde salió con destino a Valdesoto para lamento de buena parte de sus feligreses, que mostraron sus quejas en la última homilía que “Tito” pronunció en San Román.

En la parroquia sierense se instaló como encargado de Cáritas. “Residía en la casa parroquial porque el cura de Valdesoto vive en Carbayín”, explicaban ayer los vecinos. Durante los últimos diez años, Sánchez se encargó de oficiar misas en parroquias como Celles, La Collá, Muñó o Santolaya.

Valdesoto anocheció ayer conmocionada por la pérdida de un sacerdote que no dejaba a nadie indiferente. Un sentimiento que resumen las palabras de Avelino Cabeza, uno de los veteranos de la parroquia. “Era un sacerdote muy próximo, muy cercano, capaz de quedar desnudo para que los demás no pasasen falta”.

La salud de Sánchez se había deteriorado en los últimos días, según apuntan fuentes cercanas. Sin embargo, el fallecimiento ha sido acogido con absoluta sorpresa por los que le conocían, que, reconocen, como es el caso de Cabeza, que le van a “echar de menos”.

martes, 25 de enero de 2022

Comunicado del Equipo sinodal de la Conferencia Episcopal Española


Comunicado del Equipo sinodal de la Conferencia Episcopal Española a los responsables diocesanos para la fase sinodal diocesana

Estimados hermanos:

En primer lugar, en nombre del Equipo Sinodal de la CEE os deseamos un Feliz Año Nuevo 2022, en el que sigamos haciendo camino juntos, sinodalmente, con ilusión y esperanza.

Nos encontramos a la vuelta de las vacaciones de Navidad e inmersos en nueva ola de la pandemia, que está causando numerosos contagios, ingresos en hospitales y algunas muertes.

En este escenario, os animamos a seguir llevando a cabo el proceso sinodal que con tanto entusiasmo e ímpetu iniciamos en el primer trimestre del curso. Por eso, es muy importante continuar con el itinerario que hemos diseñado en cada una de las Diócesis (parroquias, movimientos y asociaciones, vida consagrada, etc.), aún en medio de las dificultades creadas por la pandemia.

No olvidemos que estamos ante un kairós, un tiempo de gracia que el Señor nos regala para caminar juntos, desde la comunión, la participación y la misión, y no podemos dejar pasar esta oportunidad.

Os invitamos a seguir haciendo experiencia en vuestras realidades eclesiales de “la sinodalidad vivida” y para eso será fundamental visibilizar en los medios de comunicación propios y en los públicos el proceso sinodal con testimonios, entrevistas, reportajes, etc.

Tengamos en cuenta también la importancia de que esta consulta sea amplia, que permita escuchar no sólo a los más cercanos, sino también a aquellas personas que, por diversos motivos, no participan habitualmente en la vida de la Iglesia.

Se trata, en definitiva, de que descubramos que nos encontramos viviendo una aventura eclesial apasionante, novedosa, en la que no sabemos qué nos aguarda, no conocemos por dónde y cómo discurrirá este camino, pero lo que sí sabemos es que el Espíritu Santo nos guía y estamos llamados a ser instrumentos en este tiempo de renovación profunda, y, por tanto, de esperanza.

Desde el Equipo Sinodal de la CEE queremos daros las gracias por el servicio que estáis realizando en vuestras Diócesis, junto con el Equipo que colabora con vosotros.

Finalmente, aprovechamos esta ocasión para manifestaros, una vez más, nuestra entera disponibilidad como Equipo Sinodal de la CEE. Estamos a vuestro servicio para cualquier duda, sugerencia y para acompañaros en cualquier acto que organicéis en vuestras Diócesis.

Mucho ánimo en esta tarea compartida y no nos dejemos robar la alegría y la esperanza.

Equipo Sinodal de la CEE

jueves, 20 de enero de 2022

Epifanía del Señor

 

Mapa inédito de un año nuevo. Por Monseñor Jesús Sanz Montes

El mapa de la vida suele ser plano, como los que estudiábamos en los libros de geografía. Y cuando comenzamos los doce meses de este año apenas estrenado, también aparecen planos los contornos del tiempo que tenemos por delante. Habrá cuestas empinadas hacia arriba, alguna pendiente que nos acelerará el paso hacia abajo, y tramos llaneros en los que recuperar el resuello mientras seguimos caminando.

Las novedades que nos traerán las distintas variantes de nuestro andar diario, no las podemos prevenir mirando el mapa. El almanaque es una fría catarata de números con las fechas de cada jornada, en la que se dice poco más que el santo del día, y alguna anotación de la agenda de trabajo. Pero qué ocurrirá, a quién encontraremos, que susto nos darán o por qué motivo brindaremos, no está ni en el mapa ni en la agenda. Y, sin embargo, estas páginas en blanco del año del Señor 2022, las iremos escribiendo día a día sin que nos demos cuenta, tratando Dios de sugerirnos su dictado amable y bello, tratando nosotros de complicarnos con los renglones torcidos. Los márgenes limpios en su sitio encuadrando cada página, el texto de la vida vivida, la vida biografiada, con alguna tachadura de lo que sobraba, algún borrón que pone su mancha, y las palabras no escritas que deberían haber sido vividas y pronunciadas.

Así nos encaramos a estos meses de un año que comenzamos. Dejamos atrás los días festivos de la Navidad pasada, se guardan en los baúles de los recuerdos los motivos que han adornado con ilusión inocente y tierna estas semanas, y nos zambullimos ya a la tarea de proseguir la aventura de añadir vida a los días y no simplemente días a la vida.

Todo nos aguardaba allí donde lo dejamos. Todo e incluso algo más que no estaba previsto cuando nos despedimos al comenzar la Navidad cristiana. De hecho, no han sido pocas las personas que en estos días nos han alertado con situaciones personales que han podido llenar de tristeza o preocupación nuestro corazón, cuando hemos sabido de sus novedades pandémicas, o de realidades que arrugan la esperanza por enfermedades graves, por catástrofes varias, por penurias económicas. Cuántas veces nos sorprendemos por cosas que nos pasan a nosotros o a la gente más cercana y que más queremos, sin que pudiésemos entrever ni sospechar que pasarían.

Al comenzar un año nuevo se nos agolpan los buenos deseos que hacen de trasiego de los sentimientos más nobles que nos anidan en el alma. Pero no somos nosotros los únicos escribanos de esa trama que llamamos vida cotidiana. Hay muchas plumas junto a la nuestra, muchas manos que tienen su particular trazo caligráfico, y entre todas ellas, la más discreta es la de Dios que teniendo en su corazón el mejor desenlace que ofrecernos, sin embargo, respeta como nadie nuestro relato. No por falta de imaginación, por ausencia de interés, o porque no sepa cómo hacer con nosotros para un final dichoso y feliz, sino por amor a nuestra libertad, que con paciencia divina acaricia y sostiene incluso dejándonos tropezar, permitiendo nuestros atajos a ninguna parte, o las distracciones que nos enajenan temporalmente del destino para el que fuimos creados.

Así, con esa renovada certeza de sabernos acompañados por Dios mismo, por María y por los santos, por tanta gente buena que Dios pone a nuestro lado, iremos escribiendo línea a línea, página a página, los capítulos inéditos de nuestra biografía que coincide con los meses que nos aguardan en este libro cerrado que poco a poco iremos deshojando en el tiempo que diariamente se cumplirá y en el espacio que habitaremos con cuidado. La historia ha comenzado, el telón ya está arriba, viene ahora la trama de una vida que se asoma cada día a lo que no estaba estrenado.

+ Fr. Jesús Sanz Montes, ofm
Arzobispo de Oviedo

2 de enero, día de San Basilio Magno D. Joaquín ha tenido un recuerdo especial para D. Basilio por quién aplicó la santa misa