martes, 29 de octubre de 2019

Hoja informativa del Cementerio Parroquial de Viella 2019

PARROQUIA:

SALDO DEUDOR al el Arzobispado de Oviedo por obras de etapas anteriores:  -42.148,95€.- Esto seguirá condicionando en el futuro cualquier posible ayuda del Arzobispado ante cualquier obra o necesidad que se pudiera producir.

SALDO A LA FECHA -cuenta Parroquial- (Donativos, Colectas ordinarias y  “Servicios”): 2.167,27

*Tenemos intención de pintar las paredes exteriores mal pintadas en su momento y llenas de humedad.

CEMENTERIO PARROQUIAL:

CUENTA CEMENTERIO: BANCO SANTANDER (antes “POPULAR”).- Aunque ha cambiado el Banco, la cuenta y la Oficina de éste en Lugones SIGUEN SIENDO LAS MISMAS: ES37 0075 0882 17 0600242226

*Atención también al hacer los ingresos; algunos pagos se han efectuado por error en la cuenta del cementerio de Lugones, y aunque ya se ha resuelto, NO ES LO MISMO. Verificar la cuenta al pagar para que los pagos vayan donde corresponde y evitar problemas de futuro en su reconocimiento.

Todos los ingresos correspondientes a las cuotas de mantenimiento se realizarán en la cuenta reseñada, y a ser posible, en los meses de Octubre y Noviembre de cada año para poder hacer así cálculos presupuestarios conforme a las necesidades que se vayan presentando en función de la disponibilidad y liquidez. Quien no pueda hacerlo en esas fechas, puede igualmente hacerlo en otras en el año en curso.

Seguimos actualizando el propio sistema de control de pagos coordinadamente con la Funeraria Concesionaria de los Servicios en el  Cementerio,  la cual condicionará estos servicios a estar al corriente de pago y a la legalidad civil y canónica.

RECORDAMOS, así mismo, que el impago de la cuota puede dar lugar a la revocación del título del “Derecho de Uso” (quien abandona la obligación que conlleva un derecho, abandona también el propio derecho) y, en todo caso, no se atenderá ningún “servicio”, ni por la Funeraria San Pablo -antes San Mateo-  (encargada del Cementerio) ni por la Parroquia, que no esté al corriente de pago. Igualmente, TODAS LAS OBRAS que se realicen en los nichos o en su entorno han de contar con el PERMISO ESCRITO DE LA PARROQUIA, titular y única administradora (por medio del Párroco) del Cementerio y sus nichos. La concesión de dicho permiso quedará siempre condicionada al cumplimiento del criterio estético que recoge la normativa eclesiástica vigente y que se reseña en el reverso de los “Títulos o Escrituras”, así como ACREDITAR INDEFECTIBLEMENTE el propio derecho y la capacidad jurídica para poder intervenir y actuar sobre los nichos objeto de la obra.

*SEGUIMOS ARREGLANDO PROBLEMAS DOCUMENTALES Y ADMINISTRATIVOS: Aquellos que hayan perdido el título, no se les haya expedido nunca o tengan alguna dificultad o duda para acreditar la titularidad de los nichos pueden acudir al Párroco, el cual dentro de la normativa vigente tratará de gestionar y resolver lo que en derecho proceda.

DESPACHO PARROQUIAL 
(En Lugones) de 6 a 7 de Martes a Viernes. Tfs. 985 26 04 14; 659 31 33 53

- SE HAN LEGALIZADO YA CON TOTAL NORMALIDAD NUMEROSAS SITUACIONES IRREGULARES O COMPLEJAS

-SALDO ANTERIOR (28/10/2018): 4.454,00€

-INGRESOS POR CUOTAS Y SERVICIOS A LA FECHA: 7.068,00€

-GASTOS:

*Intervenciones en zonas comunes 1.780,00€

*Mantenimiento, limpiezas y gastos generales 875,64€

*Compensaciones por retrocesiones compensadas 
y reparaciones en nichos para nueva disposición 2.685,00€.-

En función de lo anterior, 
TENEMOS ALGUNOS NICHOS A DISPOSICIÓN (sólo para feligreses)

-SALDO A LA FECHA: 6.181,36€

-FUNERARIA SAN PABLO Concesionaria de Servicios en el Cementerio (985 27 79 99) exigirá siempre para cualquier intervención en los nichos el Título o “Escritura” del “Derecho de Uso” y estar al corriente de pago de las cuotas, así como el PERMISO DE OBRAS si se pretende hacer arreglos o actuar sobre los nichos.

Horarios Santos y Difuntos


jueves, 12 de septiembre de 2019

Limpiando la torre


A Jesús Nazareno

Serena Majestad, ¡qué horror profundo / cuando lleva el madero condenado / sobre el exangüe gesto moribundo / que la cabeza flagelada enseña! / Le invoco en la oración arrodillado / al Divino Ecce Homo de Noreña.



¡Dulcísimo Jesús Nazareno, Dios y Redentor mío, que llevando sobre tus hombros la cruz, caminas al Calvario para ser en ella clavado! Yo pobre pecador soy la causa de tu Pasión dolorosísima. Te alabo y te doy gracias, porque como manso cordero recibiste sobre tus hombros el madero de tu suplicio, para expiar en él mis pecados y los del mundo entero. Perdóname, ¡oh buen Jesús! Reconozco mis culpas y tu bondad inmensa al borrarlas con tu preciosa Sangre. Te amo sobre todas las cosas y prometo serte fiel hasta la muerte. Sosténme, oh buen Jesús, con tu gracia y condúceme por el camino de tus mandamientos a tu reino celestial. Así sea.

Este mes rezamos por…

La Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española aprobó en su 111º reunión (16-20 de abril de 2018) las Intenciones de la CEE para el año 2019 por las que reza la Red Mundial de Oración del Papa (Apostolado de la Oración).

Además, el papa Francisco confía a su Red Mundial de Oración las intenciones de oración para este año.

Este mes de septiembre rezamos por…

Conferencia Episcopal Española: Por los catequistas y profesores de religión, para que tengan siempre presente la importancia de su misión y se formen adecuadamente a fin de que su labor produzca frutos abundantes.

Universal: La protección de los océanos. Para que los políticos, los científicos y los economistas trabajen juntos por la protección de los mares y los océanos.


Mensaje del Santo Padre con motivo del lanzamiento del Pacto Educativo

(Iglesia actualidad)

Ofrecemos a continuación el mensaje del Santo Padre Francisco con motivo del lanzamiento del Pacto Educativo, evento mundial que tendrá lugar el jueves 14 de mayo de 2020, con el tema “Reconstruir el pacto educativo global”:

Mensaje del Santo Padre

Queridos hermanos y hermanas:

En la Encíclica Laudato si’ invité a todos a colaborar en el cuidado de nuestra casa común, afrontando juntos los desafíos que nos interpelan. Después de algunos años, renuevo la invitación para dialogar sobre el modo en que estamos construyendo el futuro del planeta y sobre la necesidad de invertir los talentos de todos, porque cada cambio requiere un camino educativo que haga madurar una nueva solidaridad universal y una sociedad más acogedora.

Por este motivo deseo promover un evento mundial para el día 14 de mayo de 2020, que tendrá como tema: “Reconstruir el pacto educativo global”; un encuentro para reavivar el compromiso por y con las jóvenes generaciones, renovando la pasión por una educación más abierta e incluyente, capaz de la escucha paciente, del diálogo constructivo y de la mutua comprensión. Hoy más que nunca, es necesario unir los esfuerzos por una alianza educativa amplia para formar personas maduras, capaces de superar fragmentaciones y contraposiciones y reconstruir el tejido de las relaciones por una humanidad más fraterna.

El mundo contemporáneo está en continua transformación y se encuentra atravesado por múltiples crisis. Vivimos un cambio de época: una metamorfosis no sólo cultural sino también antropológica que genera nuevos lenguajes y descarta, sin discernimiento, los paradigmas que la historia nos ha dado. La educación afronta la llamada rapidación, que encarcela la existencia en el vórtice de la velocidad tecnológica y digital, cambiando continuamente los puntos de referencia. En este contexto, la identidad misma pierde consistencia y la estructura psicológica se desintegra ante una mutación incesante que «contrasta la natural lentitud de la evolución biológica» (Carta enc. Laudato si’, 18).

Sin embargo, cada cambio necesita un camino educativo que involucre a todos. Para ello se requiere construir una “aldea de la educación” donde se comparta en la diversidad el compromiso por generar una red de relaciones humanas y abiertas. Un proverbio africano dice que “para educar a un niño se necesita una aldea entera”. Por lo tanto, debemos construir esta aldea como condición para educar. El terreno debe estar saneado de la discriminación con la introducción de la fraternidad, como sostuve en el Documento que firmé con el Gran Imán de Al-Azhar, en Abu Dabi, el pasado 4 de febrero.

En una aldea así es más fácil encontrar la convergencia global para una educación que sea portadora de una alianza entre todos los componentes de la persona: entre el estudio y la vida; entre las generaciones; entre los docentes, los estudiantes, las familias y la sociedad civil con sus expresiones intelectuales, científicas, artísticas, deportivas, políticas, económicas y solidarias. Una alianza entre los habitantes de la Tierra y la “casa común”, a la que debemos cuidado y respeto. Una alianza que suscite paz, justicia y acogida entre todos los pueblos de la familia humana, como también de diálogo entre las religiones.

Para alcanzar estos objetivos globales, el camino común de la “aldea de la educación” debe llevar a dar pasos importantes. En primer lugar, tener la valentía de colocar a la persona en el centro. Para esto se requiere firmar un pacto que anime los procesos educativos formales e informales, que no pueden ignorar que todo en el mundo está íntimamente conectado y que se necesita encontrar —a partir de una sana antropología— otros modos de entender la economía, la política, el crecimiento y el progreso. En un itinerario de ecología integral, se debe poner en el centro el valor propio de cada criatura, en relación con las personas y con la realidad que las circunda, y se propone un estilo de vida que rechace la cultura del descarte.

Otro paso es la valentía de invertir las mejores energías con creatividad y responsabilidad. La acción propositiva y confiada abre la educación hacia una planificación a largo plazo, que no se detenga en lo estático de las condiciones. De este modo tendremos personas abiertas, responsables, disponibles para encontrar el tiempo para la escucha, el diálogo y la reflexión, y capaces de construir un tejido de relaciones con las familias, entre las generaciones y con las diversas expresiones de la sociedad civil, de modo que se componga un nuevo humanismo.

Otro paso es la valentía de formar personas disponibles que se pongan al servicio de la comunidad. El servicio es un pilar de la cultura del encuentro: «Significa inclinarse hacia quien tiene necesidad y tenderle la mano, sin cálculos, sin temor, con ternura y comprensión, como Jesús se inclinó a lavar los pies a los apóstoles. Servir significa trabajar al lado de los más necesitados, establecer con ellos ante todo relaciones humanas, de cercanía, vínculos de solidaridad»1. En el servicio experimentamos que hay más alegría en dar que en recibir (cf. Hch 20,35). En esta perspectiva, todas las instituciones deben interpelarse sobre la finalidad y los métodos con que desarrollan la propia misión formativa.

Por esto, deseo encontrar en Roma a todos vosotros que, de diversos modos, trabajáis en el campo de la educación en los diferentes niveles disciplinares y de la investigación. Os invito a promover juntos y a impulsar, a través de un pacto educativo común, aquellas dinámicas que dan sentido a la historia y la transforman de modo positivo. Junto a vosotros, apelo a las personalidades públicas que a nivel mundial ocupan cargos de responsabilidad y se preocupan por el futuro de las nuevas generaciones. Confío en que aceptarán mi invitación. Apelo también a vosotros, jóvenes, para que participéis en el encuentro y para que sintáis la responsabilidad de construir un mundo mejor. La cita es para el día 14 de mayo de 2020, en Roma, en el Aula Pablo VI del Vaticano. Una serie de seminarios temáticos, en diferentes instituciones, acompañarán la preparación del evento.

Busquemos juntos las soluciones, iniciemos procesos de transformación sin miedo y miremos hacia el futuro con esperanza. Invito a cada uno a ser protagonista de esta alianza, asumiendo un compromiso personal y comunitario para cultivar juntos el sueño de un humanismo solidario, que responda a las esperanzas del hombre y al diseño de Dios.



Os espero y desde ahora os saludo y bendigo.

Vaticano, 12 de septiembre de 2019

Oración a la Santina de San Juan Pablo II

Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, he subido a la montaña, he venido a tu cueva, Virgen María, para venerar tu imagen, Santina de Covadonga.

Con tus hijos de Asturias y de España entera quiero hoy proclamar tus glorias y unirme a tu canto: tú eres la sierva del Señor, nuestra Madre y Reina.

Como peregrino que ansía afianzar su esperanza, vengo a este santuario, testigo de tanta fe y amor en la Historia, hogar seguro, bajo tu cobijo, entre los montes, donde pusiste tu casa y sin cesar dispensas los dones de tu Hijo.

Junto con los pastores y fieles de esta Iglesia de Asturias, a ti, que eres dulzura y esperanza de cuantos te imploran, te pido el don de la esperanza que ilumina el futuro, el gozo perenne de la fe, el ardor ardiente de la caridad.

Ayúdanos a vivir en comunión sincera, sabiéndonos Iglesia de Dios, hermanos de Cristo e hijos tuyos, para dar testimonio de unidad y reavivar en nuestro pueblo la fe.

Te pido. Señora desde este corazón de Asturias que es tu cueva, por todos los que invocan tu nombre en tantos otros templos que, esparcidos en la geografía del Principado, son faros de fe, santuarios donde brota el fervor de la esperanza, morada tuya donde tus hijos se reúnen en torno al altar.

Quiero presentarte y poner ante tus pies, Virgen de Covadonga, a todos tus hijos de Asturias, las gentes del campo y los hombres del mar, los mineros con su duro e inclemente trabajo, los niños y los ancianos, los enfermos y todos los que sufren en el cuerpo y en el alma, las familias y, sobre todo, los jóvenes, promesa del futuro, que buscan la razón y el sentido de su vivir.

Alcanza para todos de Dios, "rico en misericordia", con tu poderosa mediación maternal, la gracia del perdón y de la reconciliación que Cristo tu Hijo nos ha merecido para vivir en paz con Dios y con los hermanos. Protege, Virgen Santa de Covadonga, a cuantos vienen a tu templo para unirse en matrimonio bajo tu mirada maternal. Haz que experimenten, como los esposos de Caná, la gracia de tu intercesión y la presencia salvadora de tu Hijo, para que la fe cristiana sea fundamento inquebrantable de su hogar, y el amor verdadero fortalezca su unión y se abra fecundo a la vida. Mira, madre de Asturias, a todos los emigrantes de esta tierra que desde lejos vuelven sus ojos hasta este santuario, en espera de poder regresar a su patria y contemplar tu rostro, que atrae los corazones e irradia luz y paz. "Santina de Covadonga", "causa de nuestra alegría", ilumina a cuantos llegan a estas montañas para que reconozcan, en medio de tanta belleza, a quien "yéndolas mirando, con sola su figura, vestidas las dejó de su hermosura"; y así se dejen atraer por la bondad y la belleza del Creador que hizo de ti el vértice de la hermosura humana y divina.

Suscita, madre de Asturias, entre los hijos e hijas de la familia cristiana vocaciones de apóstoles y misioneros: nuevos sacerdotes, religiosos y religiosas, personas consagradas y seglares comprometidos, al servicio del reino y de la civilización del amor.

Haz que, hoy como ayer, los hijos de Asturias sigan a tu Hijo por el camino de la santidad, y siembren la semilla del Evangelio desde aquí hasta los confines de la Tierra.

Madre y maestra de la fe católica, haz que Covadonga siga siendo, como antaño lo fue, altar mayor y latido del corazón de España. Y a quienes te cantamos como «la reina de nuestra montaña», y a todos los hermanos que peregrinan por los senderos de la fe, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre, que nos ofreces siempre como salvador y hermano nuestro.

Oh Clementísima, Oh piadosa, Oh dulce Virgen María. Amén

En una leprosería se convenció, antes dejó novia y trabajo en la banca: hoy es arzobispo de Oviedo

(El comercio)

Jesús Sanz Montes se considera un “peregrino indómito”. Este franciscano de 64 años, arzobispo de la histórica sede de Oviedo, era ya era obispo a los 48 años cuando fue enviado al Pirineo. En Roma y Austria consiguió licenciaturas y doctorados, pero antes de ser sacerdote se formó en Economía y Derecho Mercantil, trabajó en la banca e incluso tuvo una novia con la que estuvo a punto de contraer matrimonio.

Una vida de gran actividad que sigue llenando además de con su día a día como pastor en Asturias con su amor a las misiones viajando a ellas cuando le es posible o subiendo picos, -ha llegado a coronar un 4.000-, una afición que 'providencialmente' ha podido seguir alimentando gracias a que sus destinos como obispo, Jaca-Huesca y después Oviedo, están rodeados de montañas.

"Dios te da caramelos, no sólo disgustos"

En una entrevista con el diario El Comercio, monseñor Sanz Montes revela que siendo obispo en los Pirineos pudo disfrutar de las cumbres, del esquí y de la bicicleta de montaña. “Dios te da caramelos, no sólo disgustos”, bromea el prelado, que confiesa haber subido también unos cuantos picos en Asturias, aunque dice tener “entre ceja y ceja el Urriellu (Naranjo de Bulnes, con más de 2.500 metros de altura n.d.a.), quiero celebrar misa en la cumbre, que exige poco espacio, el justo para poner el cáliz y una patena, y tener a los compañeros de cordada”.

Este arzobispo nació en Madrid siendo el mayor de los ocho hijos de Jesús y Mariana. Aunque luego tardara en decir sí al Señor, Sanz Montes habla de una vocación temprana que se remonta a cuando tenía 9 años. Se produjo tras admirado con los sacerdotes de su parroquia y los seminaristas trabajar y cuidar de los pequeños de la colonia de catequesis.

"A los 9 años dije que quería ser cura"

El ahora pastor de la Archidiócesis de Oviedo afirma que “la alegría, la bondad de aquellos hombres, me hizo pensar que yo quería ser como ellos”. Cuenta que “a los 9 años dije que quería ser cura. ‘Primero los estudios’, me dijo mi padre”.

Obedeciendo a su padre, el pequeño Jesús siguió con sus estudios llegando incluso a trabajar más adelante en la banca privada hasta que finalmente la llamada del Señor era tan potente que acabó dejando todo para ingresar en el Seminario de Toledo.

Dejó a su novia para ingresar en el seminario

De hecho, en aquel momento Sanz Montes estaba emparejado. “Dejé a mi novia y renuncie al matrimonio, que estaba cercano, para ingresar en el seminario con veinte años”, señala el religioso franciscano. Esta fue una decisión de la que, asegura, “no me arrepiento”.

Aquella llamada infantil cobró de nuevo fuerza. Según explica, “tenía algo en mi corazón que estaba sin resolver y, con Dios y ayuda, dejé atrás tantas cosas y tanta gente para seguir el camino que entendía era el mío”.

Así fue como ingresó en 1975 en el Seminario de Toledo de Don Marcelo, el arzobispo que llegó en 1971 a la sede primada con un seminario casi vacío y que al marchar en 1995 había ordenado a 400 sacerdotes, de los que 18 son ahora obispos.

Una crisis 'providencial'

Sin embargo, Toledo, “una ciudad mágica para la historia de España, pero también para la historia de la Iglesia y en la que fueron creciendo mis sueños de futuro cura”, no sería su destino final en esta historia vocacional.

Allí vivió, al igual que le ha ocurrido a muchos de los sacerdotes, una crisis sobre si realmente estaba llamado a ser sacerdote. Y entonces ocurrió un suceso que marcaría por completo su vocación y su futuro pues acabaría siendo no sacerdote diocesano de Toledo sino fraile franciscano.

La leprosería que cambió su vida

Explica monseñor Sanz Montes que en medio de esa crisis que experimentaba “me invitaron a hacer una semana de Pascua en una leprosería de Trillo, en Guadalajara, que estaba llevada por los franciscanos, y yo, que estaba en el seminario muy protegido, tuve el primer revolcón de dolor. Sientes que tienes una crisis internamente y externamente te asomas a una más importante, que es el de la vida y la muerte en medio de la soledad y el abandono, y me impresionó”.

Tan importante fue el encuentro con Dios que vivió con los enfermos en aquel lugar que poco después Sanz Montes acabaría convirtiéndose en fray Jesús, fraile franciscano ordenado sacerdote en 1986.

El camino de la vida le acabaría llevando a Roma, donde siguió formándose. Y ya de vuelta en España vivió su vida religiosa de manera cotidiana. “Es tan bonita la vida de comunidad cristiana en la que te entregas como cura, vas día a día descubriendo un mundo y asombrándote”.

En el futuro, misionero o monje

Pero aún quedaba que le enviaran a lugares tan bellos como Viena o Salzburgo. Sobre esto, Sanz Montes afirma que “siempre distingo entre el turista y el peregrino, el primero sale y vuelve y el segundo no sabe a dónde va ni tiene billete de regreso, y yo soy un peregrino indómito”.

Las misiones que ha visitado ya también como obispo le han marcado sobremanera, como las de Benín, donde hay una misión diocesana. “He visto la felicidad en la cara de los niños, la serenidad y la paz en los ancianos. Es ejemplo de esencialidad frente a las complicaciones materialistas y consumistas que nos enfrentan”, explica el arzobispo.

Y por ello asegura que tiene alma de misionero pero también de monje. “Cuando sea un poquito más mayor, o me voy a las misiones o a un monasterio”, concluye el prelado ovetense.

Dar la vida. Por José Ignacio Munilla

Los datos publicados por el INE a finales del pasado junio muestran un panorama desolador en materia de natalidad: la fecundidad se sitúa en 1,25 hijos y los nacimientos han caído un 6% respecto al año anterior. Acumulamos un descenso de un 30% en la última década; y si no nos hubiésemos visto beneficiados por la natalidad de los inmigrantes, este descenso en España habría alcanzado el 44%. En nuestro país mueren más personas de las que nacen, y mientras que la población de más de 65 años supera los nueve millones de personas, los menores de 15 años no llegan a los siete millones. Estos datos se agravan aún más si nos referimos al territorio vasco.

Tengo la impresión de que nos estamos acostumbrando a escuchar periódicamente este tipo de datos, sin calibrar suficientemente lo que implican… La publicación de este tipo de cifras, cada vez más inquietantes, suscita la lógica preocupación por la sostenibilidad del sistema de pensiones. Algunos incluso llegan a mostrar cierto temor por el futuro de nuestra civilización, ya que los flujos migratorios se aceleran por motivo de la descompensación demográfica; o, en el mejor de los casos, se escuchan algunas voces (pocas, por desgracia), planteando la necesidad de implementar medidas para favorecer la natalidad, tales como la conciliación laboral, la lucha contra la especulación en el precio de la vivienda, incentivos directos, etc.

No estamos ante un fenómeno nuevo en la historia de la humanidad, puesto que la crisis de natalidad ha acompañado a casi todos los declives culturales. Por poner un ejemplo, impresiona leer el siguiente texto de Polibio, historiador grecorromano, quien a mediados del siglo II a.C., en plena decadencia de la Grecia clásica, escribía:


«En nuestros días, en toda Grecia, la natalidad ha descendido a un nivel muy bajo y la población ha disminuido mucho, de forma que las ciudades están vacías y las tierras en barbecho (…) Las gentes de este país han cedido a la vanidad y al apego a los bienes materiales; se han aficionado a la vida fácil y no quieren casarse o, si lo hacen, se niegan a mantener consigo a los recién nacidos, o solo crían uno o dos como máximo, a fin de procurarles el mayor bienestar mientras son pequeños y dejarles después una fortuna considerable. De ese modo, el mal se ha desarrollado con rapidez sin que nadie se haya dado cuenta...»

A los pocos años de esta crónica (allá por el año 146 a.C.), el Imperio Romano fagocita a la Grecia decadente, hasta que siglos más tarde llega el ocaso del Imperio Romano, acompañado nuevamente de una profunda crisis de natalidad… ¡Nihil novum sub sole!

Ahora bien, sería muy triste si nuestra preocupación por la crisis demográfica se circunscribiese al temor por el debilitamiento de nuestras pensiones, o al miedo a la llegada de extranjeros. Igualmente, sería muy ingenuo suponer que una administración pública vaya a ser capaz de revertir esta tendencia con la mera aprobación de incentivos a la natalidad, por muy necesarios que sean. De hecho, las clases sociales más pudientes no tienen un índice de fecundidad superior a la media, y los inmigrantes en España tienen un número de hijos muy superior a los autóctonos, a pesar de que su nivel económico es inferior y sus dificultades objetivas para la conciliación laboral sean mayores.

Nuestra crisis de natalidad es uno de los signos más evidentes de la crisis de valores que sufre Occidente. En el contexto de una sociedad en la que la calidad de vida se identifica con el mero bienestar, el reto de la maternidad y la paternidad es percibido como demasiado exigente. Es innegable que la educación de los niños demanda una entrega plena e incondicional –me atrevería a decir que heroica–, que no es fácilmente compatible con la cultura del weekend, de la invasión digital, del consumismo compulsivo, del desorden de vida generalizado, de la crisis existencial... Ciertamente, la maternidad y la paternidad requieren ‘dar la vida’ en el sentido más amplio del término. ¡La crisis demográfica esconde una crisis de esperanza!

Para abordar la cuestión es importante que entendamos que la baja natalidad no solo compromete el futuro de una cultura, sino que afecta en gran medida a su presente. La carencia de niños en nuestras familias y en nuestra sociedad, nos empobrece mucho más de lo que suponemos. De hecho, en no pocas ocasiones hemos constatado que solo la inocencia de los niños es capaz de arrancarnos de nuestra zona de confort, de nuestro aburguesamiento, llevándonos a entregar lo mejor de nosotros mismos hasta alcanzar el cenit de la madurez, que suele coincidir con el olvido de uno mismo. Nuestra cultura necesita de los niños de forma apremiante, porque pocas cosas hay tan falsas como una alegría sin inocencia…

A lo anterior debemos agregar lo que supone hurtar a los niños la experiencia de la fraternidad. El déficit de fraternidad se traduce en la educación, en una notable dificultad para la socialización, además de una proclividad para desarrollar la herida narcisista. Si la experiencia filial nos ayuda a tomar conciencia de nuestra dignidad (somos únicos e irrepetibles), la experiencia de fraternidad nos enseña a ser uno más entre todos; algo absolutamente necesario.

Decíamos que la paternidad y la maternidad requieren ‘dar la vida’. Pero la vida es algo que nos supera. Es un ‘milagro’ que hemos recibido gratis y que estamos llamados a transmitir generosamente. Los creyentes no solemos hablar de reproducción, sino de procreación. Los animales se reproducen, ciertamente; pero los seres humanos procrean. Los progenitores colaboran con Dios creador para dar vida al mundo. En este día de la Natividad de María, 8 de septiembre, no podemos sino acordarnos de sus padres, Joaquín y Ana. ¡Gracias por haber traído al mundo a aquella de la que nacería el autor de la vida!

martes, 2 de julio de 2019

Nombramientos 2019











El Sr. Arzobispo, Mons. Jesús Sanz Montes, ha procedido a realizar los siguientes nombramientos:

Curia Diocesana

Miguel Ángel Solís Álvarez, Delegado Episcopal de Enseñanza














Vicaría de Oviedo-Centro

Arciprestazgo de Oviedo

Andrés Pérez Díaz, Párroco de la Unidad Pastoral de San Lázaro del Camino









José Manuel Rodríguez Fueyo, Vicario Parroquial de San Juan el Real













Santiago Velasco Arteche, Adscrito a la Unidad Pastoral de San Pedro de los Arcos y Nuestra Señora de la Merced













Eloy Pascual Arias, Adscrito a la Parroquia de San Francisco Javier de La Tenderina













Iván Martín Tejada Hidalgo, Adscrito a la Parroquia de San Francisco de Asís













Arciprestazgo de Siero

Sergio Andrés Santa Rendón, Vicario Parroquial de la Unidad Pastoral de Siero














Arciprestazgo de El Fresno

Alejandro Sanzo Lombardero, Párroco de la Unidad Pastoral de Salas










Sebastián Hugo Castelli Pagliano, LD, Adscrito a la Unidad Pastoral de Grado













Arciprestazgo de El Caudal

Alfonso Abel Vázquez, Párroco de Santa María de Figaredo, Santa Cruz de Mieres y Sagrada Familia de Santullano, y Capellán del Hospital Vital Álvarez-Buylla











Celestino Riesgo Iglesias, Párroco de San Pedro de Piñeres, Santiago de Nembra y San Martín de Soto













Miguel Vilariño Suárez, Diácono Adscrito a la Parroquia de San Martín de Moreda













Vicaría de Gijón-Oriente

Arciprestazgo de Gijón

Jorge Cabal Fernández, Párroco de San Lorenzo













Jesús Huelga García, Adscrito a la Parroquia de San Lorenzo













Iván González Collado, Párroco de San Nicolás de El Coto
















Arciprestazgo de Covadonga

Gonzalo José Suárez Menéndez, Párroco in solidum (moderador) de la Unidad Pastoral de Cangas de Onís-Amieva-Ponga-Onís











Juan Felipe Restrepo Díaz, LD, Adscrito a la Unidad Pastoral de Cangas de Onís-Amieva-Ponga-Onís













Hermes Osorio Herrera, LD, Administrador Parroquial de Santa Eulalia de Coya, Santa María de Anayo, Santa Lucía de Cadanes, Nuestra Señora de la Merced de Lodeña, San Cristóbal de Pintueles, Nuestra Señora de la Asunción de Artedosa, Santo Domingo de La Marea y Santo Toribio de Tozo














Arciprestazgo de Villaviciosa

Sergio Martínez Mendaro, Administrador Parroquial de Santa María de Villaviciosa, Santa Eugenia de los Pandos, San Julián de Cazanes, San Vicente de Grases y Santa Eulalia de Carda, siendo Rector del Seminario Metropolitano de Oviedo














Vicaría de Avilés-Occidente

Arciprestazgo de Avilés

Segundo Fernández Arias, Párroco de la Unidad Pastoral de Llaranes-El Pozón




















José María Murias González, Adscrito a la Unidad Pastoral de Llaranes-El Pozón













José Antonio Alonso Artero, Párroco de la Unidad Pastoral de Luanco













José Alejandro Soler Castellblanch, Párroco de San Juan Degollado de Villa













Arciprestazgo de Pravia

Luis López Menéndez, Párroco de San Martín de Arango, San Miguel de Cordovero, Santiago de Escoredo, Santa María de Folgueras, San Esteban de Inclán, San Pedro de Selgas, Santa María Magdalena de Villafría y Santa María de Villavaler













Arciprestazgo de Villaoril

Jesús Emilio Menéndez Menéndez, Párroco de San Bartolomé de Otur y Santiago de Arriba, en la Unidad Pastoral de Luarca













José Antonio García Siñeriz, Adscrito a la Unidad Pastoral de Luarca

Juan Luis Monzón Viera, Párroco de San Cosme de Villacondide, Santa María de Coaña y San Juan de Trelles, en la Unidad Pastoral de Villayón-Coaña













Arciprestazgo de El Eo

Jorge Luis Fernández Cuesta, Párroco de la Unidad Pastoral de Tapia de Casariego













Allan Eduardo Cerdas Gamboa, Párroco de San Salvador de Grandas de Salime, Santiago de Pesoz, San Martín y Villanueva de Oscos









Diego Fernando Cruz Sosa, Vicario Parroquial de San Salvador de Grandas de Salime, Santiago de Pesoz, San Martín y Villanueva de Oscos













Arciprestazgo de El Acebo

César Gustavo Acuña Dos Santos, Párroco in solidum de las Unidades Pastorales de Cangas del Narcea-Posada de Rengos-Coliema/Tebongo













Miguel Ángel Bueno Sierra, Vicario Parroquial de la Unidad Pastoral de Tineo













Los actuales párrocos, vicarios y adscritos parroquiales permanecerán en su cargo hasta que, en el mes de septiembre, les sea entregado el nuevo nombramiento.

domingo, 30 de junio de 2019

La escolanía de Covadonga, a punto de cumplir los 75 años

Presente desde 1944, está formada por treinta chicos de entre 7 y 18 años

La Escolanía de Covadonga es sin duda una de las señas de identidad del Real Sitio que enriquece con su música las celebraciones litúrgicas y también el día a día de la vida del Santuario. El próximo curso cumplirá 75 años, y con este motivo ya se están preparando, a través de una comisión, las celebraciones del aniversario.

Formada por treinta chicos de entre siete y dieciocho años, dejó hace un tiempo de ser un coro de voces blancas para convertirse en uno de voces mixtas, tal y como explica su director desde hace un cuarto de siglo, Jorge de la Vega Laria: “Vimos la posibilidad de que los mayores siguieran con nosotros unos años más y abrimos el espectro coral en cuestiones de registros musicales. Comprobamos que era muy interesante y enriquecía mucho el coro, ya que las voces graves dan un color increíble”.

De esta manera, cuentan en su haber con un repertorio formado principalmente por temas religiosos, pero también por obras populares que interpretan en conciertos. “Siempre estamos atentos y en la búsqueda de nuevas obras interesantes para el coro. En ocasiones, cuando nos visitan otras escolanías, nos intercambiamos partituras, y procuramos abarcar diferentes épocas y estilos”, comenta el director. Unos intercambios que les ayudan también desde otro punto de vista: “Invitamos a escolanías a que vengan al Santuario y es muy enriquecedor, porque así los chicos conocen a otros cantores que viven lo mismo que ellos, ensayando, aprendiendo y conviviendo”.

Para poder interpretar los temas con la maestría con que lo hace la escolanía, el día a día de sus componentes es muy exigente en la parte musical sin descuidar las obligaciones de estudio y el tiempo libre de cualquier chico de su edad. A primera hora de la mañana, a las seis y media, lo mayores se levantan para coger el bus que les lleva a Cangas de Onís al instituto y un poco más tarde los pequeños para ir también al colegio. Comen en el Santuario y después de un tiempo de descanso comienzan los ensayos de canto, instrumento musical: chelo, violín, órgano o piano, que han escogido ellos; y solfeo. Sin descuidar los deberes propios de cada curso, en los que les ayudan profesores ya jubilados que se han ofrecido para el acompañamiento en sus estudios. Además cada día, “saludamos a la Virgen a las seis y media de la tarde. Es un encuentro muy entrañable, un canto a María, nuestra Madre, la Santina”, explica Adolfo Mariño, Abad de Covadonga.

Los escolanos llegan a Covadonga fundamentalmente a través de las parroquias, por ejemplo en las catequesis o campamentos en los que se da a conocer esta posibilidad. En otras ocasiones son las propias familias las que se enteran y les gustaría que su hijo participase en ella o incluso por antiguos escolanos. Una labor en la que, como afirma Jorge de la Vega, “necesitamos por parte de las instituciones un poco más de apoyo porque verdaderamente es el Cabildo el que se encarga íntegramente de la escolanía, pues lleva el sostenimiento de todos los gastos, y el que la mantiene viva Aquí hay una cuota –simbólica– de 50 euros al mes porque no queremos que ningún niño, independientemente de que tenga más o menos posibilidades económicas, se quede sin formación si tiene cualidades. Nos parece que es imprescindible y lo importante es ayudar a los niños”. En este sentido, uno de los principales propósitos es que “los chavales se formen, que adquieran un formación académica y también musical, y que el día de mañana tengan una posible salida laboral. Tenemos muchos antiguos escolanos dirigiendo coros u orquestas, profesores de conservatorio y compositores”.

Una formación profesional y musical que no deja de lado otra más humana como bien señala el Abad, “queremos darles una formación integral. Que salgan personas, pero personas creyentes que leyendo la vida desde la óptica y los acontecimientos del Señor Jesús, desde el Evangelio, sepan situarse en este mundo. Para mí sería una frustración y un fracaso que fueran grandes profesionales de la música y muy malos cristianos. Para los formadores, las hermanas religiosas que los acompaña –las Carmelitas Mensajeras del Espíritu Santo– y el Cabildo, ese es nuestro reto y nuestro empeño: que sean buenos en todo y que sean buenos cristianos”. Por otro lado, para el Abad también es importante dentro de la convivencia de la escolanía no falte la propuesta a una posible vocación a la vida sacerdotal: “No se impone nada, ellos son libres de escoger lo que quieran: una profesión, unos estudios. Pero yo les digo, pensad también si Dios os está llamando a través de la Santina a ser el día de mañana sacerdotes. Creo que es un buen ambiente y un buen espacio para hacer esta propuesta. De hecho algunos escolanos han sido o son en este momento sacerdotes. La propuesta vocacional de-be hacerse con mucho respeto por supuesto, no puede haber nunca obligaciones, pero sí ofrecérselo porque si no, a nuestro mensaje le faltaría algo. Más en Covadonga en un espacio donde están viviendo jóvenes, niños, familias, con quienes mantenemos además una relación muy fluida y sincera”.

Por todo ello, el ser escolano es una experiencia para toda la vida que Jorge, su director, conoce bien: “yo ante todo soy antiguo escolano, estuve aquí desde los ocho años. La escolanía es una gran familia, donde se convive a diario como si fueran treinta hermanos, con sus problemas, riñas, momentos de ocio, de esparcimiento. Se llegan a acostumbrar a la vida en la escolanía de manera que hay muchas madres que en el verano dicen que el niño cuenta los días para volver a reunirse con sus compañeros”.

Un sentimiento de pertenencia y cariño que comparten todas las personas que viven con ellos diariamente en el Santuario: “Es más lo que ellos nos aportan a nosotros que lo que nosotros les aportamos a ellos. Son chavales que vienen de situaciones diversas completamente, son una buena comunidad, hacen muy buen ambiente y cuando marchan a su casa por el verano Covadonga casi está de luto porque nos falta la alegría, el futbol, las bromas, la cercanía de estos chavales que la verdad es que son muy buenos. No es un internado al uso, de los antiguos. Aquí se vive en libertad, se vive en alegría, en convivencia y en un ambiente muy sano”, reconoce el Abad del Santuario.

Caminos para un verano cristiano. Por Javier Salinas Viñals

1.- Vive la naturaleza
En la playa, en la montaña, en la serranía, descubre la presencia de Dios. Alábale por haberla hecho tan hermosa.

2.- Vive tu nombre y condición de cristiano.
No te avergüences en verano de ser cristiano. Falsearías tu identidad.

3.- Vive el domingo
En vacaciones, el domingo sigue siendo el día del Señor y Dios no se va de vacaciones. Acude a la Eucaristía dominical. Tienes además más tiempo libre.

4.- Vive la familia
Dialoga, juega, goza con ellos sin prisas. Reza en familia. Asiste al templo también con ellos.

5.- Vive la vida
La vida es el gran don de Dios. No hagas peligrar tu propia vida y evita riesgos a la vida de los demás.

6.- Vive la amistad
Desde la escucha, la confianza, la ayuda, el diálogo, el enriquecimiento y el respecto a la dignidad sagrada de las demás personas.

7.- Vive la justicia
No esperes que todo te lo den hecho. Otros trabajan para que tú tengas vacaciones. Ellos también tienen sus derechos. Respétales y respeta sus bienes.

8.- Vive la verdad
Evita la hipocresía, la mentira, la crítica, la presunción engañosa e interesada o la vanagloria.

9.- Vive la limpieza de corazón
Supera la codicia, el egoísmo y el hedonismo. Vacación no equivale a permisividad.

10.- Vive la solidaridad
No lo quieras todo para ti. Piensa en quienes no tienen vacaciones, porque ni siquiera tienen el pan de cada día. La caridad tampoco toma vacaciones.

En fin, estos diez consejos se vuelven a encerrar en dos: seguir dando «al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios». Dicho de otro modo, en vacaciones y en todo tiempo, sigue acordándote de Dios y del prójimo, relacionándote con ellos como si ellos se relacionarán contigo.

Dios no se toma vacaciones en su búsqueda de amor al hombre. Las vacaciones pueden ser tiempo excepcional para salir a su encuentro. Y es que en verano, seguimos siendo cristianos. Es más, tenemos una magnífica oportunidad de serlo y de demostrarlo.

Mi vida



Zavala prepara «Renacidos», una película de gente tocada por el Padre Pío de forma «alucinante»

(Rel.) El periodista José María Zavala, el mayor divulgador de la figura de San Pío de Pietrelcina en español, después del éxito de su documental El misterio del Padre Pío prepara ahora una nueva película, Renacidos, que recoge 24 testimonios de personas tocadas asombrosamente, incluso milagrosamente, por el Padre Pío. Lo ha explicado en una entrevista con Elena Genillo publicada en la Razón.  

–Lo suyo con el Padre Pío sí que da para un libro....

–Y para dos películas enteras (risas). La primera, «El misterio del Padre Pío», se ha convertido ya en la más vista en toda la historia del Festival Internacional de Cine Católico de Estados Unidos. Y la segunda, «Renacidos», la cual estoy dirigiendo ahora, va a ser todavía más impactante que la primera.

–¿De qué trata?

–Es una selección de 24 testimonios actuales, a cual más alucinante, de la intercesión del Padre Pío, el santo que leía el alma de la gente y era capaz de estar en dos lugares distintos al mismo tiempo. Testimonios de personas que dieron un vuelco a sus vidas gracias a él, quien les acercó a Dios cuando vagaban por el mundo sin rumbo alguno; o que les curó de una enfermedad terminal cuando los médicos ya les habían desahuciado.

–¿Hay alguno que le haya tocado?

–Todos, pero le referiré uno solo como ejemplo: el de un oficial de las SS que acabó hincado de rodillas en el confesonario del Padre Pío. Un hombre sin escrúpulos a quien el fraile capuchino, canonizado por San Juan Pablo II, leyó el alma en un abrir y cerrar de ojos. Si Dios quiere que se estrene la película en 2020, conoceremos su estremecedor testimonio en la gran pantalla. Y ya advierto que no es el más impactante de todos...

–¿De qué depende el estreno de la película?

–Necesitamos dinero urgente para seguir adelante. Por desgracia, el cine católico no recibe subvenciones oficiales ni goza de otras ayudas. Hemos iniciado el rodaje gracias a las donaciones de personas devotas del Padre Pío y de otras que no lo eran, pero que han quedado tocadas tras ver «El misterio del Padre Pío» y ahora colaboran en este segundo proyecto. Hemos abierto una página de crowfunding y recibimos también ayudas en la cuenta de la productora Forgione Films. Toda ayudas es poca...

–¿Por qué está devoción por él y no por otro santo?

–Hace ya casi diez años, cuando unos amigos nos invitaron a ver en su casa una película del Padre Pío. Yo le dije a Paloma, mi mujer, mientras íbamos en el coche: «La película de un fraile que dura tres horas y media! ¡Lo que hay que hacer por amistad!». Pero él cambió mi vida cuando llevaba ya quince años sin pisar un confesonario, alejado de Dios. Desde entonces, le doy a conocer y amar como gran intercesor para los tiempos de hoy.

–Lo cierto es que durante mucho tiempo estuvo muy cuestionado, ¿cree que el Papa le hubiera creído y avalado como lo hicieron Pío XI y Pío XII?

–Francisco es muy devoto del Padre Pío. Llevó su cuerpo hasta el Vaticano para celebrar el Año de la Misericordia. El Papa ha estado ya varias veces recogido en oración ante su cuerpo, poniéndole como ejemplo también del hombre que soportó gravísimas injurias y calumniashasta el mismo instante de su muerte y que, sin embargo, calló por amor a la Iglesia, ofreciendo todo ese sufrimiento por la conversión de sus perseguidores, como así sucedió en muchos casos.

–La historia de conversión con su mujer es ciertamente increíble... ¿Alguna pareja les ha pedido consejo?

–Precisamente hace unos días asistimos, en calidad de padrinos, a la boda de una pareja que, tras leer nuestro libro Un juego de amor, decidió ponerse en las manos de Dios para resolver su vida incierta. Ahora, después de muchos sacrificios, ha obtenido por fin su recompensa y ha podido celebrar su matrimonio a los ojos de Dios. Son muchas ya las conversiones a raíz de nuestro testimonio. ¡Y cuántas más habrá que no sepamos...!

–¿El demonio le tienta con algo o cree que a usted ya le ha dado por imposible?

–(risas) El demonio quiere nuestra condenación y, cuanto más cerca está uno de Dios, más le ataca. Cuando vivía al margen de Dios me dejaba tranquilo convencido de que tenía mi alma ganada para el infierno. Pero ahora que intento estar cada día más cerca de Dios es cuando distingo mejor la luz de las tinieblas.

– Es también un estudioso del franquismo y ha investigado mucho. ¿Cree que al Padre Pío le gustaría compartir el cielo con él?

–Yo no soy quién para juzgar a nadie. Jesús nos dice que, en la medida en que juzguemos a los demás, así seremos juzgados nosotros. De modo que solo a Dios corresponde juzgar y sólo Él sabe el destino de cada alma.