La Comisión Vaticana Covid-19 y la Academia Pontificia para la Vida han publicado un documento conjunto de 20 puntos abordando las problemáticas y prioridades que emergen en las diversas etapas del proceso de la vacuna, desde la investigación y desarrollo, hasta las patentes y explotación comercial, pasando por la aprobación, distribución y administración.
La nota asegura que la Academia Pontificia para la Vida aborda el tema mediante dos Notas, una del 5 de junio de 2005 y otra del 31 de julio de 2017. “Particularmente en la segunda, se excluye que: «exista una cooperación moralmente relevante entre quienes hoy en día utilizan estas vacunas y la práctica del aborto voluntario. Por lo tanto, creemos que se pueden aplicar todas las vacunas clínicamente recomendadas con la conciencia clara de que recurrir a dichas vacunas no significa una especie de cooperación con el aborto voluntario. Si bien nos comprometemos conjuntamente a garantizar que ninguna vacuna emplee material biológico procurado de abortos voluntarios para su preparación, reiteramos la responsabilidad moral de vacunarse, para que los niños y la población en general no corran graves riesgos para la salud»”, dice la nota emitida por el Vaticano.
Mas adelante se puede leer: “En cuanto a la responsabilidad moral de vacunarse (con base en lo afirmado en el punto 3), debe reiterarse cómo esta temática implique también una estrecha relación entre la salud personal y la salud pública, mostrando así su interdependencia. A la luz de este vínculo, creemos importante que se tome una decisión responsable, puesto que el rechazo de la vacuna puede también constituir un riesgo para los otros. Esto es válido inclusive cuando, en ausencia de una alternativa, la motivación para el rechazo fuese la de evitar beneficiarse de los resultados de un aborto voluntario”.
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