(Jesús Bastante/LNE).- Vicente Enrique y Tarancón, el cardenal de la Transición, tendrá su homenaje en Oviedo. La iniciativa, lanzada formalmente por el padre Ángel (Tarancón fue el socio número 1 de Mensajeros de la Paz, creada en 1962 en la capital asturiana), ha sido asumida tanto por el alcalde, Wenceslao López, como por el actual arzobispo, Jesús Sanz Montes.
El objetivo es bien claro: conceder una calle o una plaza al cardenal Tarancón, en el año en que se celebra el 110 aniversario de su nacimiento. Tarancón, que fue arzobispo de Oviedo entre 1964 y 1969, se convirtió en la figura que, al frente de la Conferencia Episcopal (1971-1981), concilió durante la Transición entre las diferentes sensibilidades políticas que resultaban en España tras el franquismo.
El fundador de Mensajeros de la Paz guarda especial cariño a Tarancón, no ya por su relevante papel en la Transición y al frente de la Iglesia en España sino también por su vinculación con la organización del Padre Ángel, a la que no dudo en sumarse a ella en primer lugar, cuando su fundación, en 1962. "Fue durante su etapa en Asturias cuando Tarancón se fraguó como un verdadero obispo y en intermediario entre la Iglesia y el gobierno", afirma el Padre Ángel.
"Decía que había que creer en Dios y en los hombres y él creyó en Suárez y también en Carrillo. Habló con todos y por eso lo criticaron todos, nunca tuvo el reconocimiento que merecía", asegura el religioso mierense, ahora párroco en la madrileña iglesia de San Antón, donde prepara para octubre una muestra sobre la figura de Vicente Enrique y Tarancón.
Tras el plácet del alcalde, del PSOE, vino el de la Iglesia. Así, el arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, mostró su apoyo a la iniciativa, subrayando que "es un hombre a tener en cuenta por todo lo importante que fue para la Transición en España".
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