El domingo 8 de noviembre es el Día de la Iglesia Diocesana. Un día para recordar que no vivimos la fe en solitario. Somos hijos de Dios por el agua que recibimos en la pila bautismal de una parroquia y cuando decimos el Credo, lo rezamos a una sola voz, todos juntos: una fe personal que proclamamos en comunidad. Eso es el Día de la Iglesia Diocesana.
Un día para recordar que Juntos logramos una parroquia viva, comprometida, apasionada por Jesucristo y entregada a los demás.
Por eso, el lema de esta jornada es: “Somos lo que tú nos ayudas a ser. Somos una gran familia contigo”.
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