sábado, 27 de mayo de 2017

Repasando el Catecismo (XLIII)

La irreligión

2118 El primer mandamiento de Dios reprueba los principales pecados de irreligión: la acción de tentar a Dios con palabras o con obras, el sacrilegio y la simonía.

2119 La acción de tentar a Dios consiste en poner a prueba, de palabra o de obra, su bondad y su omnipotencia. Así es como Satán quería conseguir de Jesús que se arrojara del templo y obligase a Dios, mediante este gesto, a actuar (cf Lc 4, 9). Jesús le opone las palabras de Dios: “No tentaréis al Señor, tu Dios” (Dt 6, 16). El reto que contiene este tentar a Dios lesiona el respeto y la confianza que debemos a nuestro Creador y Señor. Incluye siempre una duda respecto a su amor, su providencia y su poder (cf 1 Co 10, 9; Ex 17, 2-7; Sal 95, 9).

2120 El sacrilegio consiste en profanar o tratar indignamente los sacramentos y las otras acciones litúrgicas, así como las personas, las cosas y los lugares consagrados a Dios. El sacrilegio es un pecado grave sobre todo cuando es cometido contra la Eucaristía, pues en este sacramento el Cuerpo de Cristo se nos hace presente substancialmente (cf CIC can. 1367. 1376) .

2121 La simonía (cf Hch 8, 9-24) se define como la compra o venta de cosas espirituales. A Simón el mago, que quiso comprar el poder espiritual del que vio dotado a los Apóstoles, Pedro le responde: “Vaya tu dinero a la perdición y tú con él, pues has pensado que el don de Dios se compra con dinero” (Hch 8, 20). Así se ajustaba a las palabras de Jesús: “Gratis lo recibisteis, dadlo gratis” (Mt 10, 8; cf ya Is 55, 1). Es imposible apropiarse de los bienes espirituales y de comportarse respecto a ellos como un poseedor o un dueño, pues tienen su fuente en Dios. Sólo es posible recibirlos gratuitamente de Él.

2122 “Fuera de las ofrendas determinadas por la autoridad competente, el ministro no debe pedir nada por la administración de los sacramentos, y ha de procurar siempre que los necesitados no queden privados de la ayuda de los sacramentos por razón de su pobreza” (CIC can. 848). La autoridad competente puede fijar estas “ofrendas” atendiendo al principio de que el pueblo cristiano debe contribuir al sostenimiento de los ministros de la Iglesia. “El obrero merece su sustento” (Mt 10, 10; cf Lc 10, 7; 1 Co 9, 5-18; 1 Tm 5, 17-18).

Nuestra Parroquia tiene ya casi todos los libros litúrgicos de la última edición


X TANTOS...


Mons. Demetrio Fernández: «Los chicos no son hijos del Estado sino de una familia»

(El Día de Córdoba) El prelado destacó que el aval de los padres a la asignatura es cada día mayor y lo comparó incluso con quienes desde el ámbito de la política plantean que la Religión no se oferte en los centros educativos públicos.

Mons. Fernández fue contundente al asegurar que en los últimos cursos ha crecido el número de alumnos y padres que solicitan Religión católica para sus hijos en la escuela. «No es algo que vaya a menos, al contrario. A pesar de tantas dificultades y de voces que gritan que la Religión salga de las aulas, en Primaria son más del 90% los que lo solicitan y en Secundaria, en torno al 70%. Ya quisieran tener estos porcentajes algunos de los cargos públicos que proponen sacar la religión de la escuela», sentenció el máximo responsable de la Diócesis de Córdoba en su carta semanal.

Don Demetrio recordó que en estos días los alumnos de Secundaria y Bachillerato van haciendo sus matrículas para el curso próximo y que «es momento de apuntarse a la clase de Religión católica para el curso que viene. La clase de Religión es de libre elección por parte de los alumnos o sus padres, y es de obligatoria oferta según la ley para todos los centros públicos y privados. La Religión no es una marca, sino una asignatura muy importante. Y así lo han concretado las leyes, a pesar de la que está cayendo. La clase de Religión y el profesor han quedado afianzados en la nueva ley de educación, en la LOE», según dijo.

Mons. Demetrio Fernández expresó su admiración y felicitación «a los profesores de Religión que se han abierto camino, entre sus compañeros de claustro, en ambientes a veces hostiles», aunque también «hay lugares en la Diócesis donde la clase de Religión Católica es considerada como entre las mejores, y eso se debe a la atención que los profesores prestan, no solo a su materia, sino sobre todo al trato con sus alumnos», algo que «los jóvenes valoran y agradecen».

Aun así, el obispo de Córdoba lamentó que «el ambiente en el que vivimos no es nada favorable», ya que «un chico joven vive hoy bombardeado por propuestas engañosas de fácil bienestar, y no hemos de ignorar que hay una continua incitación a apartarse de Dios y de todo lo religioso», hasta el punto de que «ser creyente hoy no está de moda». Sin embargo, el obispo matizó que este ambiente «puede servir de revulsivo», ya que, «cuando uno es joven es inconformista» y por eso hay que ayudar a los jóvenes «a ser críticos con todas esas propuestas facilotas, que no construyen el futuro. La clase de Religión les ayudará a ser ellos mismos».

Para el prelado, hay muchos factores que confluyen en la clase de Religión. Por una parte, están los padres, que quieren lo mejor para sus hijos. «Los padres son los primeros responsables, y no pueden ser sustituidos por nadie en esta responsabilidad. Los chicos no son hijos del Estado, sino de una familia», indicó.

La Semana diocesana de Formación ofrecerá este año 14 cursos

(Iglesia de Asturias) La Semana diocesana de Formación es una cita anual, coordinada por la Delegación diocesana de Enseñanza, a través de la cual se proporcionan cursos intensivos de varios días sobre muy diversos temas, con sede en el Seminario de Oviedo.
El objetivo de estos cursos es responder a la petición del Sínodo sobre la formación permanente de los laicos, para que puedan profundizar en algún aspecto de la vida pastoral, educativa y social.
Este año, la Semana diocesana de Formación tendrá lugar entre los días 4 y 7, y 11 al 14 de septiembre, y en ella se impartirán un total de 14 cursos, que intenten responder a una amplia gama de necesidades formativas. Con el hilo conductor del “acompañamiento”, se ofrecerán cursos sobre afectividad, laicos en las parroquias, vocaciones, Biblia, vulnerabilidad, o gestión de la comunicación.
La semana nació hace años como una cita específica para profesores y catequistas, pero con los años se ha ido abriendo a todas las personas que trabajan en diferentes ámbitos pastorales de la diócesis, como voluntarios de Cáritas, de Pastoral de la Salud, o de cualquier otro área que tengan interés y curiosidad por seguir formándose en diferentes materias.
La Semana ha crecido hasta tal punto que son doce las Delegaciones diocesesanas vinculadas y trabajando en ella, coordinadas por la Vicaría general. Además, esta cita continúa creciendo año tras año, con el objetivo de otorgarle una dimensión más cultural. Exposiciones en la Biblioteca del Seminario, o la presentación de la Semana de Cine Espiritual, que ya va por su tercera edición, son algunas de las iniciativas que tienen lugar en estas mismas fechas.
El viernes 15 de septiembre será la fecha elegida para clausurar esta cita con la formación, con la inauguración de la Semana de Cine Espiritual, a la que estarán invitados todos los participantes.

sábado, 6 de mayo de 2017

Repasando el Catecismo (XLII)



Adivinación y magia


2115 Dios puede revelar el porvenir a sus profetas o a otros santos. Sin embargo, la actitud cristiana justa consiste en entregarse con confianza en las manos de la providencia en lo que se refiere al futuro y en abandonar toda curiosidad malsana al respecto. Sin embargo, la imprevisión puede constituir una falta de responsabilidad.

2116 Todas las formas de adivinación deben rechazarse: el recurso a Satán o a los demonios, la evocación de los muertos, y otras prácticas que equivocadamente se supone “desvelan” el porvenir (cf Dt 18, 10; Jr 29, 8). La consulta de horóscopos, la astrología, la quiromancia, la interpretación de presagios y de suertes, los fenómenos de visión, el recurso a “mediums” encierran una voluntad de poder sobre el tiempo, la historia y, finalmente, los hombres, a la vez que un deseo de granjearse la protección de poderes ocultos. Están en contradicción con el honor y el respeto, mezclados de temor amoroso, que debemos solamente a Dios.

2117 Todas las prácticas de magia o de hechicería mediante las que se pretende domesticar potencias ocultas para ponerlas a su servicio y obtener un poder sobrenatural sobre el prójimo —aunque sea para procurar la salud—, son gravemente contrarias a la virtud de la religión. Estas prácticas son más condenables aún cuando van acompañadas de una intención de dañar a otro, recurran o no a la intervención de los demonios. Llevar amuletos es también reprensible. El espiritismo implica con frecuencia prácticas adivinatorias o mágicas. Por eso la Iglesia advierte a los fieles que se guarden de él. El recurso a las medicinas llamadas tradicionales no legítima ni la invocación de las potencias malignas, ni la explotación de la credulidad del prójimo.

Del Papa Francisco


Legislación criminal y totalitaria

(Infocatólica) Desde que empezó la Democracia en España ha habido tres leyes sobre el aborto. Por aborto entendemos aquí realizar la muerte del óvulo fecundado, embrión o feto humano, dentro del seno materno. A partir de la Ley Orgánica 9/1985 el aborto se despenalizó en tres supuestos: violación, riesgo para la salud física y psíquica de la madre, supuesto por el que se llega fácilmente al aborto libre, y malformación el feto. El argumento que se empleó, evitar que una mujer por abortar fuese a la cárcel, no correspondía a ninguna necesidad, porque no ya desde la democracia, sino desde bastante antes, ninguna mujer había ido a la cárcel por este motivo.

La segunda Ley fue la «Ley Orgánica 2/2010, de 3 de marzo, de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo», con el voto en contra del Partido Popular. Lo sustancial de ella está contenida en una sola frase: «Se reconoce el derecho a la maternidad libremente decidida» (art. 3 & 2), por la que el aborto pasa de delito a derecho. Todo el resto de la Ley, incluidas las cinco veces que afirma que la vida prenatal es un bien jurídico merecedor de protección que el legislador debe hacer eficaz, es puro bla, bla, bla.

La tercera Ley, la Ley Orgánica 11/2015, de 21 de septiembre, es tan solo una modificación mínima de la Ley anterior, requiriendo la nueva Ley la necesidad de consentimiento expreso de los representantes legales de la menor que desea abortar. Todo el resto de la Ley anterior permanece sin modificaciones. Lo más importante fue el cambio de voto del PP, que votó a favor, y a los cinco diputados y siete senadores que no lo hicieron les quitó de las listas.

El derecho a la vida es el derecho humano fundamental, hasta el punto que los demás derechos se apoyan en él. Y es que si no estoy vivo no necesito para nada los demás derechos, perdiendo el Derecho su validez si carece de base moral o pretende que realice una acción inmoral. El derecho a la vida significa derecho a venir a la luz y, luego, derecho a perseverar en la vida hasta su natural extinción. El ser concebido es un ser humano, y por tanto poseedor de una dignidad y derechos. La elección de la mujer no es ya ser madre o no, sino ser madre de un niño vivo o de un niño muerto, y, además, asesinado por ella, lo que en muchas ocasiones supone las graves consecuencias psicológicas conocidas como «síndrome post-aborto». Recuerdo que un sacerdote amigo mío, me dijo que cuando un partidario del aborto le recriminó su postura antiabortista, le respondió simplemente. «Es que vosotros destrozáis a las mujeres y a nosotros nos toca intentar arreglarlas en lo posible». A las mujeres no hay que empujarlas a abortar, sino por el contrario, ayudarles, porque la experiencia muestra que la mujer no quiere suprimir la vida que lleva en su seno, sino, por el contrario, ser ayudada en su maternidad.

En cuanto al niño, ¿qué voy a decir? Es el más afectado por el aborto, la víctima principal, puesto que es asesinado. Supone aplicar la pena de muerte a alguien totalmente inocente. Cuando visité Auschwitz, no pude por menos de pensar que, salvo la edad de las víctimas, no había gran diferencia entre ese lugar y los centros abortistas. Es muy grave que el Estado rehúse a algunos seres humanos su derecho a vivir, pues con ello suprime la distinción, en la que se basa su propia legitimidad, entre derechos humanos y ley positiva, con lo que quedan puestos los cimientos para el Estado totalitario. Los derechos humanos son previos, independientes y superiores a las decisiones de las mayorías, siendo esto válido no sólo para el Estado, sino que incluso el mandamiento divino del amor tiene como fundamento el respeto a los derechos humanos.

Termino recordando que el rechazo al aborto es uno de los puntos más claros de la doctrina católica. Recuerdo que para el Concilio Vaticano II: «el aborto y el infanticidio son crímenes abominables» (GS nº 51). Además «no puede haber verdadera democracia si no se reconoce la dignidad de cada persona y no se respetan sus derechos» (San Juan Pablo II, Encíclica «Evangelium Vitae», nº 101). El aborto es una aberración y mi autocensura me impide poner lo que pienso de los parlamentarios y gobernantes proabortistas.

Pedro Trevijano, sacerdote

El Papa Francisco, constructor del mosaico y del poliedro

Escribe el sacerdote Silverio Rodríguez Zapico, Delegado Episcopal de Ecumenismo y Diálogo interreligioso

Así se le empieza a denominar. Y más después de este viaje a Egipto adonde fue dejándonos el resuello dentro. Pero resultó un gran logro. Una luz más que deja encendida este papa al que “quieren hasta los musulmanes” decía alguien de los que coincidieron con él en El Cairo y que seguramente quiere expresar un órdago difícil de superar.

Cuando habla de la unidad de los cristianos, o de las relaciones interreligiosas y la verdadera globalización de la humanidad, suele decirnos que no le gustan las esferas, le gustan los poliedros. “Estamos en la era de la globalización, y nos preguntamos qué es la globalización y lo que podría ser la unidad de la iglesia: quizás una esfera, donde todos los puntos son equidistantes del centro, ¿todos iguales? ¡No! Esto es uniformidad. ¡Y el Espíritu Santo no crea la uniformidad! ¿Qué figura podemos encontrar? Estamos pensando en el poliedro puesto que el poliedro es una unidad, pero con todas las partes diferentes; cada una tiene su peculiaridad y su carisma. Esto es unidad en la diversidad” (a la Iglesia Pentecostal italiana, 28 de agosto de 2014).
Poliedro o mosaico –tanto da– son imágenes que podrían añadirse a las netamente bíblicas y que nos describen la unidad y la paz como un gran mosaico en el que las teselas se juntan para formar el único gran diseño del Dios único.
Todo esto bullía en mi mente, y supongo que en la de los demás que acudimos el pasado viernes musulmán a la mezquita de la Florida de Oviedo. Un reducido grupo de fieles musulmanes que habían tenido sus rezos de los viernes y también de cristianos, entre ellos el párroco vecino de San Melchor, que nos uníamos para reproducir a escala lo que estaba ocurriendo en aquellos mismos momentos en Egipto con un papa “desarmado y desarmante”.
¿Y qué fuimos a hacer allí juntos? Sencillamente a tender puentes como hacemos al menos una o varias veces en el año en sencillos y fraternales encuentros, en los que ayuda y mucho la orden franciscana seglar. A reconocer que “todas la religiones quieren la paz” porque, como allí dijo el presidente de la comunidad islámica de Asturias después de agradecer a los hermanos católicos, que se hubieran acercado hasta su casa, “todas las religiones tienen el mismo origen, muchos puntos comunes y algún punto aislado con el que quieren separarnos, pero se trata de potenciar el diálogo y el entendimiento”.
No faltó el recuerdo, puesto de manifiesto por el Delegado episcopal de Ecumenismo y Diálogo Interreligioso, “para la iglesia mártir copto-ortodoxa (unos 12 millones de fieles) y su antiquísima historia que el pasado domingo de ramos se vieron atacados por un terrorismo enloquecido y a los que el papa llevaba en aquel momento el consuelo y la fraternidad”.
Este encuentro de la Florida acabó con el entrañable gesto musulmán del té y los dátiles de la hospitalidad.
La onda concéntrica de esa “revolución de la misericordia” llamada Francisco nos llegó a todos directamente desde Egipto.