viernes, 2 de diciembre de 2016

El cura Alejandro Solalinde logra el Premio Derechos Humanos de Siero


(El Comercio) El sacerdote mexicano José Alejandro Solalinde Guerra acaba de ser galardonado con el Premio Internacional Derechos Humanos Ayuntamiento de Siero por su labor humanitaria con los migrantes que atraviesan su país para tratar de entrar en los Estados Unidos. La ceremonia de entrega del galardón será el 10 de diciembre en el Auditorio de La Pola, donde se espera contar con su presencia.

La candidatura de Solalinde -que concurría por tercer año consecutivo a propuesta del vecino de Viella Patricio Prado- se impuso por ocho votos a cuatro a la del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas (Copinh), de Honduras.

A favor del sacerdote votaron el alcalde de Siero y presidente del jurado, Ángel García; la concejala de Bienestar Social, Natividad Álvarez, y los representantes del PSOE, Foro, Partido Popular, Ciudadanos y el Pinsi, además de la directora de la Agencia Asturiana de Cooperación al Desarrollo, Gimena Llamedo. Y la candidatura del Copih recibió el respaldo de los representantes de Somos Siero e Izquierda Unida y de los dos colectivos que representan al Consejo Local de Solidaridad en el jurado: Soldepaz y Tiempo Propio.

José Alejandro Solalinde (Texcoco, 1945) es licenciado en Historia y Psicología y dirige el albergue Hermanos en el Camino, situado en el estado de Oaxaca, que ha llegado a atender a veinte mil personas en un año. Allí se proporciona asistencia humanitaria e integral, además de orientación, a los migrantes procedentes de Sudamérica y Centroamérica y que sufren un auténtico calvario en esa travesía por alcanzar un mundo mejor. Del cruel destino de esas personas ya habló en su día el misionero sierense Toño Noval, afincado en Guatemala, al relatar que eran violados, extorsionados u obligados a introducir droga en los EEUU por parte de narcotraficantes desalmados.

Premios y amenazas


Solalinde atesora multitud premios y reconocimientos internacionales por su labor humanitaria, del mismo modo que ha sufrido numerosas amenazas de las autoridades locales o de bandas de delincuentes. De hecho, en mayo de 2012 tuvo que abandonar temporalmente el país por motivos de seguridad. «El mayor desafío que tengo que superar es la intimidación, el acoso y la falta de respeto constante de personas que no quieren que lleve a cabo mi labor de ayuda a los migrantes», ha declarado el religioso.

La presente edición del Premio Derechos Humanos quedará marcada también por la 'no candidatura' del preso político venezolano Leopoldo López, quien fue propuesto para el galardón por el gobierno socialista en la víspera de la visita de su padre a Pola de Siero, pero que no llegó a materializarse a raíz de las protestas que hubo en la calle.

Por otro lado, la concesión del premio a Alejandro Solalinde no ha dejado demasiado satisfechos a algunos miembros del Consejo Local de Solidaridad (CLS) que, sin desmerecer la labor del religioso mexicano, consideraban más óptima la candidatura de la organización fundada por la asesinada Berta Cáceres. La Asamblea por la Paz emitió ayer un comunicado subrayando que «es la primera vez que los concejales y la directora de Cooperación» votan en contra de la candidatura propuesta por el CLS. También menciona el cambio de las bases, aprobado por el Pleno de Siero, por el que el premio puede recaer en una persona y no solo en una asociación.

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