lunes, 12 de diciembre de 2016

Alejandro Solalinde: "No estoy contento, sino muy, muy feliz con el premio de Siero"


"No estoy contento, sino muy, muy feliz". Son palabras del sacerdote mexicano Alejandro Solalinde, fundador del albergue de migrantes "Hermanos en el Camino", en Ciudad Ixtepec, Oaxaca (México), que esta tarde recogerá en el auditorio de la Pola el Premio Internacional de Derechos Humanos de Siero. Ayer mantuvo un encuentro con los feligreses, tras concelebrar la misa con el párroco, Juan Hevia. Se siente "sorprendido" al no poder "comprender cómo España, en crisis y con problemas económicos, tenga un apartado para dar dinero al defensor de los derechos humanos para migrantes y además es un cura". El galardón está dotado con 9.000 euros.

Solalinde ya conocía Asturias, pero no Siero. "Es increíble. Es bellísimo y la gente, muy amable y cálida", destacó sin olvidarse de la gastronomía. Le encantaron las variedades de quesos que probó -incluido el cabrales-, carnes y vino. "Sidra, toca hoy (por ayer)", apuntó risueño el sacerdote antes de comenzar su charla. Llegó acompañado de su asistente, el historiador Hugo Fanzi.

El galardonado, de 71 años, derrochó amabilidad, simpatía y cercanía con el público, que siguió muy atento su intervención y fue participativo a la hora de preguntar. Comenzó afirmando que éste es un "momento de alta transición y muchos cambios, no sólo en México, también en Europa". Apuntó dos como los factores "que están marcando, pero no determinando, nuestro futuro". Son: el sistema liberal neocapitalista y la influencia de la fuerte presencia de la iglesia católica. Reconoció que "hay un debilitamiento espiritual" y si en Europa se está produciendo una "desrreligiosidad", en América, una "descatolización", por eso "se necesita un renacimiento, no una restauración". Y son, precisamente, los migrantes quienes están "enseñando valores perdidos", como el sentido comunitario y de la fe, que no religioso. Tiene claro que "la Iglesia se va a renovar no cuando los jóvenes vayan a misa, si no cuando vean en la jerarquía una nueva forma de vivir".

La migración fue uno de los temas centrales de su charla, en la que apuntó que "la global está siendo muy distinta porque tenemos una migración ya no internacional, si no intercontinental". Precisamente apuntó que Jesús fue "el migrante más famoso de la historia", porque ya antes de nacer, en el vientre de su madre, tuvo que vivir en diferentes lugares.

Para Alejandro Solalinde el relevo de la Humanidad está en los migrantes, pero lamenta que "el Norte (geopolítico) no lo ve" porque "está contaminado por el sistema neoliberal capitalista". También "me impresiona mucho que quienes tocan las puertas de Europa son musulmanes", apuntó el sacerdote.

Alejandro Solalinde manifiesta que no cree que se produzca un cambio con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca porque "el sistema es el sistema". Defendió que "Estados Unidos está hecho de migrantes y sin ellos no es nada". "Quiero ver qué harán cuando se queden sin mano de obra", apuntó, pues en el estado de Arizona ya está ocurriendo y suponiendo una crisis. "Estados Unidos no va a ser competitivo con otros países, como China, con mano de obra barata" advierte, si pierde el potencial de trabajo de la migración. Sobre el muro que Trump propone construir en la frontera con México, Solalinde cree que "no va a servir para nada, porque tarde o temprano caerá, sólo sirve para acallar un poco la paranoia colectiva. Pero un muro en el siglo XXI es una vergüenza y va a ayudar a que México se refunde como país".

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