(Iglesia de Asturias) Entrevista a Vicente Martín Muñoz, Delegado Episcopal de Cáritas Española
Participa el viernes en Piedras Blancas en las jornadas “De la lógica del don a la cultura del encuentro”
La charla de Vicente Martín inaugurará la primera edición de estas conversaciones, que tendrán lugar en la parroquia de San Martín de Laspra a las 19,30 h y llevará por título: “El espíritu que anima la gratuidad y el encuentro”. En febrero, el Delegado Episcopal de Cáritas Española volverá a Asturias para reunirse con el voluntariado diocesano de la institución.
¿Qué mensaje quiere transmitir en la charla que ofrecerá mañana?
Tratará sobre la espiritualidad que anima a la cultura del don y del encuentro, que hunde sus raíces en el misterio de Dios. Vivimos en una sociedad plural y este carácter forma parte de las mismas entrañas del ser cristiano. La Iglesia está llamada a ser en estos momentos promotora de encuentros, a favorecer la gratuidad y el don. Esta cultura es la del diálogo y tenemos que estar dispuestos a dar y transmitir y también a acoger y recibir, con esa espiritualidad transformadora que nos haga tener los ojos y los oídos bien abiertos y encontrarnos con el otro donde esté. La Iglesia tiene que ser de puertas abiertas para acoger a todo el que llega y para salir y llevar la esperanza de Cristo a tantas situaciones de sufrimiento y desilusión. Somos una gran familia y los creyentes tenemos que reflexionar sobre ello y llevarlo a la vida.
De esta cultura del encuentro sabe mucho Cáritas.
Me gusta pensar que Cáritas es esa Iglesia en salida que callejea la fe para llevar el amor y la esperanza de Dios a los márgenes sociales, donde se domicilia el sufrimiento evitable. Esta es en el fondo la gran tarea de Cáritas y en ella los voluntarios desempeñan un papel fundamental. Detrás del voluntariado hay toda una mística de la gratuidad de dar no solo cosas sino de darse como personas para llevar lo más genuino que tenemos que es la dignidad del ser humano.
Se celebraba la semana pasada la Jornada Mundial de los Pobres, recordando que la pobreza tiene hoy muchas caras. ¿Cuál es la percepción desde Cáritas?
En estos momentos, tras la crisis económica, algunos indicadores señalan que estamos en una situación de mejoría, sin embargo estamos comprobando a pie de calle que si bien algunas personas ya la han experimentado en sus condiciones de vida, hay muchas familias que siguen atrapadas en circunstancias cotidianas de precariedad. La recuperación no está llegando a todos, la desigualdad está enquistada y la puerta del empleo sigue cerrada todavía para muchas personas mientras que para otros que han accedido a él, este es tan precario que no les garantiza unas condiciones de vida dignas. En Cáritas Española estamos trabajando en el informe FOESA, que es un gran estudio de las condiciones de la población española desde la perspectiva de la pobreza, y nos está dando datos bastante significativos que se harán públicos a partir de junio, pero de los que ya podemos adelantar alguna cifra. En ese sentido, 8,6 millones de personas todavía padecen exclusión social, 1.200.000 más que en 2007 lo que demuestra que la crisis no ha pasado en balde, está dando coletazos y deja huella. La exclusión social severa ha crecido un cuarenta por ciento y afecta a casi cuatro millones de personas, mientras que seis millones de personas están en una situación tan débil de integración social que podrían caer en la exclusión si su situación empeorase. Estamos en una etapa posterior a la crisis económica que aventura perspectivas mejores, pero todavía hay muchas personas en precariedad y Cáritas, a pie de calle, se está encontrando con estas situaciones.
Destaca la situación de quien aun trabajando no logra salir de su situación de dificultad.
Se está generando una nueva clase social, “el precariado”. Tiempos atrás acceder a un puesto de empleo significaba integración social, pero hoy en día muchos trabajadores ven que no les llega a final de mes, que están en una situación de empleo precario, que no es decente. No podemos consentir esto, tenemos que decirlo abiertamente, aunque haya gente a la que no les guste escucharlo.
¿Qué es Cáritas para la Iglesia?
Caritas es la Iglesia, la caridad organizada de la comunidad cristiana para servir mejor a los más pobres. Son la misma cosa porque es la misma Iglesia que se pone en servicio para acompañar, acoger y dignificar; su seña de identidad es la de una caridad eclesial. Cuando se hacen encuestas en la sociedad española se señala en el ranking de los más valorados a Cáritas, pero en cambio la Iglesia aparece en el furgón de cola. Esto nos llama la atención y nos preocupa; nos lleva a pensar qué pasos tenemos que dar para que la sociedad comprenda que Cáritas no está al margen de la Iglesia sino que es una dimensión de esta y que hace creíble su misión y vida. La gran base de Cáritas es la comunidad parroquial, el voluntariado y los técnicos que son gente de fe. Aunque también participa en Cáritas gente que a lo mejor no es creyente pero que confía en nosotros, como muchos donantes que prefieren colaborar con nosotros porque nos consideran una institución fiable y creíble
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