En su discurso, el Papa ha afirmado que “El año que estamos concluyendo ha contribuido a hacer resplandecer más en la Iglesia la belleza y la santidad de la vida consagrada, intensificando en los consagrados la gratitud por la llamada y la alegría por la respuesta. Todo consagrado y consagrada ha tenido la posibilidad de alcanzar una más clara percepción de la propia identidad, y así proyectarse en el futuro con renovado ardor apostólico para escribir nuevas páginas de bien, sobre las huellas del carisma de los fundadores. Estamos agradecidos al Señor por todo lo que nos ha hecho vivir en este año, tan rico de iniciativas”. Al finalizar, los asistentes han podido saludar al Pontífice.
miércoles, 3 de febrero de 2016
Mons. Jesús Sanz, en la clausura del Año de la Vida Consagrada
En su discurso, el Papa ha afirmado que “El año que estamos concluyendo ha contribuido a hacer resplandecer más en la Iglesia la belleza y la santidad de la vida consagrada, intensificando en los consagrados la gratitud por la llamada y la alegría por la respuesta. Todo consagrado y consagrada ha tenido la posibilidad de alcanzar una más clara percepción de la propia identidad, y así proyectarse en el futuro con renovado ardor apostólico para escribir nuevas páginas de bien, sobre las huellas del carisma de los fundadores. Estamos agradecidos al Señor por todo lo que nos ha hecho vivir en este año, tan rico de iniciativas”. Al finalizar, los asistentes han podido saludar al Pontífice.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario